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EL VIAJE DEL HÉROE A TRAVÉS DE LOS ARCANOS MAYORES DEL TAROT
El viaje del héroe es la historia más antigua del mundo. La misma historia contada una y otra vez, desde tiempos remotos, entretejida con las hebras de mitos, cuentos de hadas y leyendas, en todas las culturas del mundo y en todos sus idiomas. La historia de un hombre o una mujer que en un determinado momento se aventura a un territorio desconocido para dar cumplimiento a una gran tarea, que sabia y misteriosamente le presenta la vida. Una historia que no ha sido creada ni inventada por nadie, que proviene de los rincones más profundos del alma humana. Podría decirse que está escrita dentro nuestro nuestro, llevamos esta historia grabada en nuestra profundidad, esperando el momento en que se nos pide que escribamos nuestra propia versión.
LOS ARCANOS MAYORES DEL TAROT
Los 22 arcanos mayores forman parte de las 78 cartas del tarot, un oráculo que comenzó a usarse en el siglo XVI, siendo las 56 cartas correspondientes a los arcanos menores las precursoras de los naipes modernos.
Estos 22 arcanos mayores (del latín arkanum, secreto) son imágenes arquetípicas que encierran un profundo simbolismo y como todas las imágenes provenientes de este fondo común de experiencias de la humanidad a lo largo de toda su historia, que Carl G. Jung denominó inconsciente colectivo, intentan develarnos su “secreto”, es decir ilustran algo que es tan grande y profundo que resulta difícil hacerlo en palabras. En la contemplación, en la reflexión, en la incubación de estas imágenes arquetípicas este significado (que no es definitivo ni cerrado) puede hacerse comprensible a nuestra mente.
La secuencia de estos 22 arcanos conforman un proceso de desarrollo, de crecimiento, podríamos describirlo como un viaje, como ese viaje del héroe que contado de mil formas distintas hace referencia a nuestro propio viaje de autoconocimiento y desarrollo de la conciencia.
Es por esto que desde el taller de arte proponemos trabajar inspirándonos en estas imágenes. A través del movimiento corporal, la contemplación, la meditación y la expresión plástica intentaremos entrar en contacto con ellas y hacernos permeables a “escuchar lo que tienen para contarnos”.
No requiere conocimientos de técnicas plásticas ni materiales especiales.