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El libro rojo narra e ilustra bellamente las fulgurantes y aterradoras visiones de C. G. Jung acaecidas entre los años 1913 y 1916 y su audaz intento de comprenderlas. La escritura gótica, las imágenes y las reflexiones allí consignadas constituyen una labor que abarca los años 1914 y 1930 y son el fundamento visionario de la obra científica. Pero Jung registró inicialmente sus experiencias en unos cuadernos llamados Libros negros, hasta hoy inéditos. Si bien estos cuadernos cuentan con pocas imágenes, sus páginas no solo iluminan el texto de El libro rojo, sino que brindan claves para la comprensión de las últimas imágenes. Más aún, Los libros negros agregan visiones acaecidas con posterioridad que completan y amplían la cosmovisión junguiana, introducen misteriosas runas, proporcionan claves a toda una “genealogía mitológica” y permiten comprender mejor la “profecía de la religión”.