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Para Heidegger el ser humano no “existe” sin más; existe habitando. Vale para las demás especies también, pero el habitar humano incluye la capacidad de “simbolizar y descubrir”, para luego crear y co-crear. Así, habitó debajo de un árbol y en una cueva por protección, y también descubrió en el espacio lo que “lo excedía”.

Posiblemente hemos experimentado alguna vez la interrupción de la mecanicidad de nuestros actos, pensamientos o emociones, pudiendo acceder a otro plano de conciencia. Lo que da cuenta de una dimensión de lo sagrado constitutiva de nuestra condición humana. Dimensión sostenida en la psique por una “espacialidad simbólica cargada de sentido”.

Nuestra propuesta, que pretende ser una actividad de incubación y de conexión vivencial con ese “habitar”, se ofrece a los buscadores de un camino interior, con una especial invitación, no excluyente, a arquitectos y afines al diseño del hábitat.

Coordinan: Susana Nicolini, Rodolfo Lorenzi, Analía Casinelli, Susana Foutel.