El propósito de la meditación es conocerse a sí mismo, alcanzar la serenidad mental y disminuir el impacto del dolor. En otras palabras, su finalidad es ayudar al crecimiento consciente y armonioso del ser humano.
La meditación no es una panacea, ni una fuga del mundo, ni busca estados alterados de consciencia. Se trata de una práctica que requiere perseverancia y entrega. Lo fundamental es perseverar sin forzar. La meditación no contradice la vida activa ni la responsabilidad ética y social. Debe ser un apoyo para la acción y, con el tiempo, la acción un apoyo para la meditación. Aspiramos a que cada persona pueda descubrir, a través de esta propuesta teórico práctica, su propia modalidad meditativa.
No requiere inscripción para miembros.
Los interesados ajenos a la Formación deberán solicitar entrevista previa completando el siguiente formulario: